Álvaro García Linera: No hay
Revolución que se sostenga si no avanza
El vicepresidente del Estado
Plurinacional de Bolivia indicó que la enseñanza de Chávez es que el Estado es
una correlación de fuerzas. “Un cambio paradigmático del pensamiento
revolucionario, crítico, contemporáneo”
El vicepresidente del Estado
Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, señaló este lunes que “no hay
Revolución que se sostenga si no avanza (…) detenerse para un revolucionario es
retroceder”, por ello destacó que es necesario continuar con el legado del
comandante supremo, Hugo Chávez.
Así lo manifestó durante su uso
de palabra en el X Encuentro de Intelectuales, Artistas y Luchadores Sociales
en Defensa de la Humanidad, evento que se lleva a cabo en el Hotel Alba
Caracas.
“Se ha iniciado una época de
Revolución latinoamericana, quizás sin saberlo y sin plantearlo así el
presidente Chávez, el proceso revolucionario venezolano ha abierto una nueva
época de la Revolución en el continente”, resaltó el vicepresidente boliviano. García
Linera comentó que para continuar el testamento del líder revolucionario es
necesario conversar muchas cosas, entre ellas, la transición o el proceso
democrático de una Revolución.
En ese sentido, manifestó que
“todos, la mayor parte de nosotros, hemos sido herederos de la concepción de
que una Revolución había que hacerla con las armas, y concebíamos el Estado
como una trinchera externa a la que había que asediarla y tomarla, para luego
destruirla, es la concepción del Estado como maquina”.
Por ello, indicó que la enseñanza
de Chávez es que el Estado es una correlación de fuerzas. “Un cambio
paradigmático del pensamiento revolucionario, crítico, contemporáneo”.
Aseguró que sin ese cambio
paradigmático varios procesos latinoamericanos y en el mundo hubiesen
encontrado muchos obstáculos para seguir adelante.
Afirmó, también, que una
“Revolución no puede avanzar sola, si una Revolución va a crecer no puede
crecer sola, no puede avanzar sola, necesita de las otras revoluciones,
necesita de los otros pueblos“.
Además reflexionó acerca del
funcionamiento del Estado. “Está claro que el Estado no puede agotar el símbolo
de lo democrático, las misiones son un esfuerzo por ir encima y más allá del
aparato administrativo, que tiene su propia dinámica, lenta, morosa, muchas
veces en contra de la propia iniciativa gubernamental”, consideró.
Finalmente, expresó que “la
distribución de las riquezas, las iniciativas populares de participación no
tienen que concentrarse única y específicamente en la condensación del Estado,
sino que tienen que ir más allá”.
Texto/Andrea Ballesteros
Foto/Tom Ayala
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