Investigadores
venezolanos, respaldados por la Misión Ciencia y el Fondo Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación (Fonacit), produjeron una plataforma biotecnológica que
permite desarrollar estuches e insumos especializados para el diagnóstico de
Chagas y de leishmaniasis visceral.
¿Qué significa para Venezuela el desarrollo de estos prototipos? “Que
hemos aprendido a hacer los estuches (y todos sus componentes) para
diagnosticar estas enfermedades parasitarias. Eso nos da independencia y
soberanía. Es decir: ya no vamos a depender de otros países para obtener los
kits. De hecho, nuestros estuches son mejores que los importados, de acuerdo
con la sensibilidad y especificidad que da el haber trabajado con antígenos de
las cepas propias de Venezuela”, explica Juan Luis Concepción, investigador de
la Universidad de Los Andes (ULA).
Los
estuches que se usan, actualmente, en el Sistema Público Nacional de Salud son
importados de los grandes centros del capitalismo mundial. El costo de los kits
importados, es altísimo: un estuche puede estar por el orden de los 800
bolívares (¡el más barato!). Actualmente, un laboratorio privado cobra, por
hacer un diagnóstico de tripanosomiasis americana o de leishmaniasis, al menos
200 bolívares. En cambio, un estuche de producción endógena —que sirve para
evaluar a unas 90 personas— cuesta alrededor de 300 bolívares.
Según
Concepción, “el Chagas y la leishmaniasis visceral son dos enfermedades
endémicas, consideradas problemas de salud pública, que afectan, por lo
general, a las personas con menos recursos económicos; especialmente, a los
trabajadores del campo y de las áreas marginadas en las ciudades. Por eso, con
el apoyo del Gobierno, nos animamos, comenzamos a investigar, y hoy, tenemos
una innovación fuerte en antígenos nativos y en estuches de diagnóstico, de
cuarta generación”.
Útil
creación colectiva
La
producción nacional de los prototipos para el diagnóstico estratégico de Chagas
y de leishmaniasis visceral forma parte del proyecto“Desarrollo o adecuación de
estuches y equipos para el diagnóstico serológico, que sean multicompatibles
para la aplicación en la red de servicios del Sistema Público Nacional de
Salud”.
Es un
trabajo en red, ejecutado desde el año 2008, que comprende 4 subproyectos: 1)
Desarrollo de insumos para ensamblaje de los estuches de diagnóstico
serológico. 2) Aislamiento, caracterización y producción de antígenos para la
elaboración de diagnósticos inmunológicos en enfermedades parasitarias. 3)
Desarrollo de estuches para el diagnóstico de enfermedades de origen
bacteriano, en fluidos biológicos. Incluye pruebas de inmunodiagnóstico, no
invasivas. 4) Inmunodiagnóstico de enfermedades hemoparasitarias en bovinos y
equinos.
En el proyecto, participan investigadores de la ULA, de la
Universidad Central de Venezuela (UCV), de la Universidad Centroccidental
Lisandro Alvarado (UCLA), de la Universidad de Oriente (UDO), de la Universidad
Simón Bolívar (USB), del Instituto de Biomedicina del Ministerio del Poder
Popular para la Salud, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas
(Ivic) y del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA).
Los componentes
básicos de este proyecto científico venezolano son: investigación y desarrollo,
formación de talento, transferencia tecnológica y fortalecimiento de redes.
El proyecto
irá, próximamente, a una fase de escalamiento y de incorporación al Sistema
Público de Salud. Porque, como insiste Gregorio Sánchez, director general de
Investigación del Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e
Innovación, “no sólo se trata del conocimiento mismo, sino de su incorporación
en planes y políticas públicas para el bienestar social”.
En el resumen
del proyecto, se expone que la ejecución contempla “la transferencia de
conocimiento a jóvenes de las Misiones Ribas y Sucre, en el área de
Biotecnología”.
Tecnología
especializada
Los
estuches contienen conjugados (proteínas inmunitarias igual que las que
sintetiza el cuerpo humano, pero producidas en laboratorios); antígenos
recombinantes (los antígenos son sustancias que, introducidas en un organismo
animal, dan lugar a reacciones de defensa, tales como la formación de
anticuerpos); soluciones reveladoras, reporteras y de paradas que permiten
diagnosticar, de manera específica y sensible, el Chagas y la leishmaniasis.
“A nivel
de laboratorio, ya estamos atendiendo, gratuitamente, a más de 3 mil 500 personas al año, que nos remiten desde hospitales,
bancos de sangre, Centros de Diagnóstico Integral y ambulatorios, en los
estados Táchira, Trujillo, Mérida y Aragua, y en el Distrito Capital. Asimismo,
salimos a hacer trabajo comunitario: tomamos muestras, y hacemos mapa de
riesgos y planes de prevención", informa Concepción.
Este investigador añade
que, también, se están desarrollando antígenos de otras enfermedades
infectocontagiosas y/o transmisibles, tales como: malaria, toxoplasmosis
(parasitarias); HIV, hepatitis, fiebre del dengue, fiebre hemorrágica, diarreas
por rotavirus (virales); tubercolosis, sífilis, ántrax, estreptococos
(bacterianas).
En síntesis, este proyecto
permitirá fortalecer el Sistema Público Nacional de Salud, tanto en el ámbito
humano, como en el sistema agropecuario.
Prensa Fonacit
Investigadores
venezolanos, respaldados por la Misión Ciencia y el Fondo Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación (Fonacit), produjeron una plataforma biotecnológica que
permite desarrollar estuches e insumos especializados para el diagnóstico de
Chagas y de leishmaniasis visceral.
¿Qué significa para Venezuela el desarrollo de estos prototipos? “Que
hemos aprendido a hacer los estuches (y todos sus componentes) para
diagnosticar estas enfermedades parasitarias. Eso nos da independencia y
soberanía. Es decir: ya no vamos a depender de otros países para obtener los
kits. De hecho, nuestros estuches son mejores que los importados, de acuerdo
con la sensibilidad y especificidad que da el haber trabajado con antígenos de
las cepas propias de Venezuela”, explica Juan Luis Concepción, investigador de
la Universidad de Los Andes (ULA).
Los
estuches que se usan, actualmente, en el Sistema Público Nacional de Salud son
importados de los grandes centros del capitalismo mundial. El costo de los kits
importados, es altísimo: un estuche puede estar por el orden de los 800
bolívares (¡el más barato!). Actualmente, un laboratorio privado cobra, por
hacer un diagnóstico de tripanosomiasis americana o de leishmaniasis, al menos
200 bolívares. En cambio, un estuche de producción endógena —que sirve para
evaluar a unas 90 personas— cuesta alrededor de 300 bolívares.
Según
Concepción, “el Chagas y la leishmaniasis visceral son dos enfermedades
endémicas, consideradas problemas de salud pública, que afectan, por lo
general, a las personas con menos recursos económicos; especialmente, a los
trabajadores del campo y de las áreas marginadas en las ciudades. Por eso, con
el apoyo del Gobierno, nos animamos, comenzamos a investigar, y hoy, tenemos
una innovación fuerte en antígenos nativos y en estuches de diagnóstico, de
cuarta generación”.
Útil
creación colectiva
La
producción nacional de los prototipos para el diagnóstico estratégico de Chagas
y de leishmaniasis visceral forma parte del proyecto“Desarrollo o adecuación de
estuches y equipos para el diagnóstico serológico, que sean multicompatibles
para la aplicación en la red de servicios del Sistema Público Nacional de
Salud”.
Es un
trabajo en red, ejecutado desde el año 2008, que comprende 4 subproyectos: 1)
Desarrollo de insumos para ensamblaje de los estuches de diagnóstico
serológico. 2) Aislamiento, caracterización y producción de antígenos para la
elaboración de diagnósticos inmunológicos en enfermedades parasitarias. 3)
Desarrollo de estuches para el diagnóstico de enfermedades de origen
bacteriano, en fluidos biológicos. Incluye pruebas de inmunodiagnóstico, no
invasivas. 4) Inmunodiagnóstico de enfermedades hemoparasitarias en bovinos y
equinos.
En el proyecto, participan investigadores de la ULA, de la
Universidad Central de Venezuela (UCV), de la Universidad Centroccidental
Lisandro Alvarado (UCLA), de la Universidad de Oriente (UDO), de la Universidad
Simón Bolívar (USB), del Instituto de Biomedicina del Ministerio del Poder
Popular para la Salud, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas
(Ivic) y del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA).
Los componentes
básicos de este proyecto científico venezolano son: investigación y desarrollo,
formación de talento, transferencia tecnológica y fortalecimiento de redes.
El proyecto
irá, próximamente, a una fase de escalamiento y de incorporación al Sistema
Público de Salud. Porque, como insiste Gregorio Sánchez, director general de
Investigación del Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e
Innovación, “no sólo se trata del conocimiento mismo, sino de su incorporación
en planes y políticas públicas para el bienestar social”.
En el resumen
del proyecto, se expone que la ejecución contempla “la transferencia de
conocimiento a jóvenes de las Misiones Ribas y Sucre, en el área de
Biotecnología”.
Tecnología
especializada
Los
estuches contienen conjugados (proteínas inmunitarias igual que las que
sintetiza el cuerpo humano, pero producidas en laboratorios); antígenos
recombinantes (los antígenos son sustancias que, introducidas en un organismo
animal, dan lugar a reacciones de defensa, tales como la formación de
anticuerpos); soluciones reveladoras, reporteras y de paradas que permiten
diagnosticar, de manera específica y sensible, el Chagas y la leishmaniasis.
“A nivel
de laboratorio, ya estamos atendiendo, gratuitamente, a más de 3 mil 500 personas al año, que nos remiten desde hospitales,
bancos de sangre, Centros de Diagnóstico Integral y ambulatorios, en los
estados Táchira, Trujillo, Mérida y Aragua, y en el Distrito Capital. Asimismo,
salimos a hacer trabajo comunitario: tomamos muestras, y hacemos mapa de
riesgos y planes de prevención", informa Concepción.
Este investigador añade
que, también, se están desarrollando antígenos de otras enfermedades
infectocontagiosas y/o transmisibles, tales como: malaria, toxoplasmosis
(parasitarias); HIV, hepatitis, fiebre del dengue, fiebre hemorrágica, diarreas
por rotavirus (virales); tubercolosis, sífilis, ántrax, estreptococos
(bacterianas).
En síntesis, este proyecto
permitirá fortalecer el Sistema Público Nacional de Salud, tanto en el ámbito
humano, como en el sistema agropecuario.
Prensa Fonacit
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