martes, 30 de abril de 2013

Científicos venezolanos desarrollaron prototipos para diagnosticar Chagas y leishmaniasis visceral.



Investigadores venezolanos, respaldados por la Misión Ciencia y el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit), produjeron una plataforma biotecnológica que permite desarrollar estuches e insumos especializados para el diagnóstico de Chagas y de leishmaniasis visceral.

¿Qué significa para Venezuela el desarrollo de estos prototipos? “Que hemos aprendido a hacer los estuches (y todos sus componentes) para diagnosticar estas enfermedades parasitarias. Eso nos da independencia y soberanía. Es decir: ya no vamos a depender de otros países para obtener los kits. De hecho, nuestros estuches son mejores que los importados, de acuerdo con la sensibilidad y especificidad que da el haber trabajado con antígenos de las cepas propias de Venezuela”, explica Juan Luis Concepción, investigador de la Universidad de Los Andes (ULA).

Los estuches que se usan, actualmente, en el Sistema Público Nacional de Salud son importados de los grandes centros del capitalismo mundial. El costo de los kits importados, es altísimo: un estuche puede estar por el orden de los 800 bolívares (¡el más barato!). Actualmente, un laboratorio privado cobra, por hacer un diagnóstico de tripanosomiasis americana o de leishmaniasis, al menos 200 bolívares. En cambio, un estuche de producción endógena —que sirve para evaluar a unas 90 personas— cuesta alrededor de 300 bolívares.

Según Concepción, “el Chagas y la leishmaniasis visceral son dos enfermedades endémicas, consideradas problemas de salud pública, que afectan, por lo general, a las personas con menos recursos económicos; especialmente, a los trabajadores del campo y de las áreas marginadas en las ciudades. Por eso, con el apoyo del Gobierno, nos animamos, comenzamos a investigar, y hoy, tenemos una innovación fuerte en antígenos nativos y en estuches de diagnóstico, de cuarta generación”.

Útil creación colectiva

La producción nacional de los prototipos para el diagnóstico estratégico de Chagas y de leishmaniasis visceral forma parte del proyecto“Desarrollo o adecuación de estuches y equipos para el diagnóstico serológico, que sean multicompatibles para la aplicación en la red de servicios del Sistema Público Nacional de Salud”.

Es un trabajo en red, ejecutado desde el año 2008, que comprende 4 subproyectos: 1) Desarrollo de insumos para ensamblaje de los estuches de diagnóstico serológico. 2) Aislamiento, caracterización y producción de antígenos para la elaboración de diagnósticos inmunológicos en enfermedades parasitarias. 3) Desarrollo de estuches para el diagnóstico de enfermedades de origen bacteriano, en fluidos biológicos. Incluye pruebas de inmunodiagnóstico, no invasivas. 4) Inmunodiagnóstico de enfermedades hemoparasitarias en bovinos y equinos.

En el proyecto, participan investigadores de la ULA, de la Universidad Central de Venezuela (UCV), de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), de la Universidad de Oriente (UDO), de la Universidad Simón Bolívar (USB), del Instituto de Biomedicina del Ministerio del Poder Popular para la Salud, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) y del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA).

Los componentes básicos de este proyecto científico venezolano son: investigación y desarrollo, formación de talento, transferencia tecnológica y fortalecimiento de redes.

El proyecto irá, próximamente, a una fase de escalamiento y de incorporación al Sistema Público de Salud. Porque, como insiste Gregorio Sánchez, director general de Investigación del Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Innovación, “no sólo se trata del conocimiento mismo, sino de su incorporación en planes y políticas públicas para el bienestar social”.

En el resumen del proyecto, se expone que la ejecución contempla “la transferencia de conocimiento a jóvenes de las Misiones Ribas y Sucre, en el área de Biotecnología”.

Tecnología especializada

Los estuches contienen conjugados (proteínas inmunitarias igual que las que sintetiza el cuerpo humano, pero producidas en laboratorios); antígenos recombinantes (los antígenos son sustancias que, introducidas en un organismo animal, dan lugar a reacciones de defensa, tales como la formación de anticuerpos); soluciones reveladoras, reporteras y de paradas que permiten diagnosticar, de manera específica y sensible, el Chagas y la leishmaniasis.

A nivel de laboratorio, ya estamos atendiendo, gratuitamente, a más de 3 mil 500 personas al año, que nos remiten desde hospitales, bancos de sangre, Centros de Diagnóstico Integral y ambulatorios, en los estados Táchira, Trujillo, Mérida y Aragua, y en el Distrito Capital. Asimismo, salimos a hacer trabajo comunitario: tomamos muestras, y hacemos mapa de riesgos y planes de prevención", informa Concepción.

Este investigador añade que, también, se están desarrollando antígenos de otras enfermedades infectocontagiosas y/o transmisibles, tales como: malaria, toxoplasmosis (parasitarias); HIV, hepatitis, fiebre del dengue, fiebre hemorrágica, diarreas por rotavirus (virales); tubercolosis, sífilis, ántrax, estreptococos (bacterianas).

En síntesis, este proyecto permitirá fortalecer el Sistema Público Nacional de Salud, tanto en el ámbito humano, como en el sistema agropecuario.

Prensa Fonacit

 

 
Investigadores venezolanos, respaldados por la Misión Ciencia y el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit), produjeron una plataforma biotecnológica que permite desarrollar estuches e insumos especializados para el diagnóstico de Chagas y de leishmaniasis visceral.

¿Qué significa para Venezuela el desarrollo de estos prototipos? “Que hemos aprendido a hacer los estuches (y todos sus componentes) para diagnosticar estas enfermedades parasitarias. Eso nos da independencia y soberanía. Es decir: ya no vamos a depender de otros países para obtener los kits. De hecho, nuestros estuches son mejores que los importados, de acuerdo con la sensibilidad y especificidad que da el haber trabajado con antígenos de las cepas propias de Venezuela”, explica Juan Luis Concepción, investigador de la Universidad de Los Andes (ULA).

Los estuches que se usan, actualmente, en el Sistema Público Nacional de Salud son importados de los grandes centros del capitalismo mundial. El costo de los kits importados, es altísimo: un estuche puede estar por el orden de los 800 bolívares (¡el más barato!). Actualmente, un laboratorio privado cobra, por hacer un diagnóstico de tripanosomiasis americana o de leishmaniasis, al menos 200 bolívares. En cambio, un estuche de producción endógena —que sirve para evaluar a unas 90 personas— cuesta alrededor de 300 bolívares.

Según Concepción, “el Chagas y la leishmaniasis visceral son dos enfermedades endémicas, consideradas problemas de salud pública, que afectan, por lo general, a las personas con menos recursos económicos; especialmente, a los trabajadores del campo y de las áreas marginadas en las ciudades. Por eso, con el apoyo del Gobierno, nos animamos, comenzamos a investigar, y hoy, tenemos una innovación fuerte en antígenos nativos y en estuches de diagnóstico, de cuarta generación”.

Útil creación colectiva

La producción nacional de los prototipos para el diagnóstico estratégico de Chagas y de leishmaniasis visceral forma parte del proyecto“Desarrollo o adecuación de estuches y equipos para el diagnóstico serológico, que sean multicompatibles para la aplicación en la red de servicios del Sistema Público Nacional de Salud”.

Es un trabajo en red, ejecutado desde el año 2008, que comprende 4 subproyectos: 1) Desarrollo de insumos para ensamblaje de los estuches de diagnóstico serológico. 2) Aislamiento, caracterización y producción de antígenos para la elaboración de diagnósticos inmunológicos en enfermedades parasitarias. 3) Desarrollo de estuches para el diagnóstico de enfermedades de origen bacteriano, en fluidos biológicos. Incluye pruebas de inmunodiagnóstico, no invasivas. 4) Inmunodiagnóstico de enfermedades hemoparasitarias en bovinos y equinos.

En el proyecto, participan investigadores de la ULA, de la Universidad Central de Venezuela (UCV), de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), de la Universidad de Oriente (UDO), de la Universidad Simón Bolívar (USB), del Instituto de Biomedicina del Ministerio del Poder Popular para la Salud, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) y del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA).

Los componentes básicos de este proyecto científico venezolano son: investigación y desarrollo, formación de talento, transferencia tecnológica y fortalecimiento de redes.

El proyecto irá, próximamente, a una fase de escalamiento y de incorporación al Sistema Público de Salud. Porque, como insiste Gregorio Sánchez, director general de Investigación del Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Innovación, “no sólo se trata del conocimiento mismo, sino de su incorporación en planes y políticas públicas para el bienestar social”.

En el resumen del proyecto, se expone que la ejecución contempla “la transferencia de conocimiento a jóvenes de las Misiones Ribas y Sucre, en el área de Biotecnología”.

Tecnología especializada

Los estuches contienen conjugados (proteínas inmunitarias igual que las que sintetiza el cuerpo humano, pero producidas en laboratorios); antígenos recombinantes (los antígenos son sustancias que, introducidas en un organismo animal, dan lugar a reacciones de defensa, tales como la formación de anticuerpos); soluciones reveladoras, reporteras y de paradas que permiten diagnosticar, de manera específica y sensible, el Chagas y la leishmaniasis.

A nivel de laboratorio, ya estamos atendiendo, gratuitamente, a más de 3 mil 500 personas al año, que nos remiten desde hospitales, bancos de sangre, Centros de Diagnóstico Integral y ambulatorios, en los estados Táchira, Trujillo, Mérida y Aragua, y en el Distrito Capital. Asimismo, salimos a hacer trabajo comunitario: tomamos muestras, y hacemos mapa de riesgos y planes de prevención", informa Concepción.

Este investigador añade que, también, se están desarrollando antígenos de otras enfermedades infectocontagiosas y/o transmisibles, tales como: malaria, toxoplasmosis (parasitarias); HIV, hepatitis, fiebre del dengue, fiebre hemorrágica, diarreas por rotavirus (virales); tubercolosis, sífilis, ántrax, estreptococos (bacterianas).

En síntesis, este proyecto permitirá fortalecer el Sistema Público Nacional de Salud, tanto en el ámbito humano, como en el sistema agropecuario.

Prensa Fonacit

 

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